El Mercado del Puerto
Publicado el 9 de julio de 2004
El Mercado del Puerto está en medio del casco viejo de la ciudad y es un gran foco de atracción urbana. Este monumento histórico tiene más de 130 años desde que las autoridades de la época lo inauguraron. Su destino original era el de mercado proveedor de frutas, verduras y carnes a los buques que arribaban a la bahía montevideana y a las familias adineradas que, por entonces, levantaban sus mansiones en los alrededores. Las fruterías, verdulerías y carnicerías pasaron a ser, al cabo de los años los hoy célebres locales de comidas y tragos.
Ha sido escenario de los mas diversos encuentros. Carlos Gardel y Enrico Caruso se pasearon juntos por las calles internas del Mercado; además de una infinidad de personajes entrañables. Este lugar continúa en la actualidad siendo uno de los mas típicos, visitado por turistas y apreciado también por los propios montevideanos. Como pocos, el Mercado del Puerto constituye uno de esos rasgos fisonómicos de la ciudad sin los cuales difícilmente la reconoceríamos.
La abigarrada estructura de metal, casi bicentenaria, ha sido escenario de los mas diversos encuentros. Carlos Gardel y Enrico Caruso se pasearon juntos por las calles internas del Mercado; José Enrique Rodó acostumbraba a beber allí sus "caflitas" en un disimulado pocillo de café; Pedro Figari tomó de allí varias de las escenas que inspiraron sus pinturas. Además de una cantera inagotable de personajes entrañables, este lugar continúa hoy siendo uno de los mas típicos, visitado por turistas y aún por los propios montevideanos. No obstante, pocos conocen su historia, indisoluble ya de nuestro acervo cultural.
Allá por el 1800, pasaba en tránsito por el puerto de Montevideo la estructura de hierro de lo que iba a ser una estación de ferrocarril en Bolivia. Al no pagar el país de destino las despensas necesarias para culminar la transacción, la compañía inglesa que la poseía, decidió rematarla aquí mismo, en Montevideo.
Esta es la versión mas reconocida de la historia del Mercado del Puerto. Pero también existen otras. Una muy conocida en la época fue que el conflicto era, en su primitivo y original destino, una estación de ferrocarril que debía levantarse sobre una ciudad del Pacífico. El buque que conducía la carga había naufragado en las costas de Maldonado o Rocha, y en esas circunstancias un grupo de capitalistas montevideanos decidieron adquirir por poco dinero el material abandonado y utilizarlo para la construcción de un mercado.
El Mercado del Puerto está en medio del casco viejo de la ciudad y es un gran foco de atracción urbana. Este monumento histórico tiene más de 130 años desde que las autoridades de la época lo inauguraron. Su destino original era el de mercado proveedor de frutas, verduras y carnes a los buques que arribaban a la bahía montevideana y a las familias adineradas que, por entonces, levantaban sus mansiones en los alrededores. Las fruterías, verdulerías y carnicerías pasaron a ser, al cabo de los años los hoy célebres locales de comidas y tragos.
Ha sido escenario de los mas diversos encuentros. Carlos Gardel y Enrico Caruso se pasearon juntos por las calles internas del Mercado; además de una infinidad de personajes entrañables. Este lugar continúa en la actualidad siendo uno de los mas típicos, visitado por turistas y apreciado también por los propios montevideanos. Como pocos, el Mercado del Puerto constituye uno de esos rasgos fisonómicos de la ciudad sin los cuales difícilmente la reconoceríamos.
La abigarrada estructura de metal, casi bicentenaria, ha sido escenario de los mas diversos encuentros. Carlos Gardel y Enrico Caruso se pasearon juntos por las calles internas del Mercado; José Enrique Rodó acostumbraba a beber allí sus "caflitas" en un disimulado pocillo de café; Pedro Figari tomó de allí varias de las escenas que inspiraron sus pinturas. Además de una cantera inagotable de personajes entrañables, este lugar continúa hoy siendo uno de los mas típicos, visitado por turistas y aún por los propios montevideanos. No obstante, pocos conocen su historia, indisoluble ya de nuestro acervo cultural.
Allá por el 1800, pasaba en tránsito por el puerto de Montevideo la estructura de hierro de lo que iba a ser una estación de ferrocarril en Bolivia. Al no pagar el país de destino las despensas necesarias para culminar la transacción, la compañía inglesa que la poseía, decidió rematarla aquí mismo, en Montevideo.
Esta es la versión mas reconocida de la historia del Mercado del Puerto. Pero también existen otras. Una muy conocida en la época fue que el conflicto era, en su primitivo y original destino, una estación de ferrocarril que debía levantarse sobre una ciudad del Pacífico. El buque que conducía la carga había naufragado en las costas de Maldonado o Rocha, y en esas circunstancias un grupo de capitalistas montevideanos decidieron adquirir por poco dinero el material abandonado y utilizarlo para la construcción de un mercado.
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